miércoles, 24 de abril de 2013

PRECAUCIÓN CON LAS ORUGAS

Por fin estamos en plena primavera, después de este invierno tan lluvioso. Y con ella el calor, el solecito y paseos con nuestros peques de 4 patas.
Con la primavera nacen las orugas, que después darán lugar a bonitas mariposas, pero en su fase de oruga debemos tener mucha precaución en los paseos por campo/parques. Les llaman la atención al moverse y pueden provocar una desagradable y dolorosa experiencia en el perro.
La oruga, para evitar ser comida, posee en el exterior de su cuerpo un polvillo que provoca una reacción inflamatoria muy fuerte al contactar con la lengua (sobre todo). La lengua se hincha, babean mucho y cambia el color de la lengua, que rápidamente se vuelve morada en la zona que contactó con la oruga e incluso salen ampollas. En cuestión de unas horas si no hacemos nada, se puede cortar el riego de esa cona y al cabo de un par de días necrosarse y caerse.
Durante todo este tiempo hay dolor y falta de apetito, evidentemente.
Es muy típico el babeo y no es necesario que se traguen la oruga para que suceda todo ésto.
Así que ya sabéis, vigilad por donde olfatea y si véis babeo o gestos con la lengua, ¡a urgencias!

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